El escenario de la movilidad abarca más que fabricantes y desarrolladores tecnológicos, aseguran los expertos
¿Cuál es el reto de la movilidad moderna? Tal parece que los vehículos autónomos no son parte del plan, y tampoco la respuesta más acertada.
Expertos en el tema están de acuerdo en afirmar que la palabra clave del desarrollo de la movilidad es la colaboración, pero no solo entre actores tradicionales del sector, sino también con compañías de telecomunicaciones, seguros o energía.
No se habla expresamente sobre desarrollo de vehículos cada vez más inteligentes o eficientes, sino de nuevos modelos de negocio cuyos objetivos son atraer grandes oportunidades y, en consecuencia, beneficios económicos, políticos, sociales y éticos; sin duda, una muestra de ello es la visión de Location World para Latinoamérica, a través de un modelo disruptivo, como lo ha sido uno de sus principales productos CarSync Fleet, presente en Colombia, Ecuador y Perú.
Y a las pruebas se remiten. Hoy por hoy, vemos en el servicio de taxi o reparto de mercancías, por ejemplo, tecnologías optimizadas que benefician a los clientes, así como a los propietarios.
Este concepto viene desde Massachusetts bajo el nombre de Moral Machine, un macro sector de la movilidad donde convergen fabricantes, suministradores de materias primas, desarrolladores de tecnología e incluso, la psicología, ética o filosofía misma
OBJETIVO: FIDELIZAR CON EL CLIENTE
Aquí el beneficio directo será para el cliente, ya que lo pondrá como el eje de todo, ofreciendo innovación y un pensamiento más colaborativo y versátil, todo con el fin de desarrollar nuevas formas, de cubrir necesidades y aprovechar oportunidades que incluso no estaban en el radar de la propia industria.
Todo ello basado en el desarrollo y prueba de modelos de negocios caracterizados por ser eficientes, rentables y sostenibles, a través de la colaboración de diversos sectores, algunos no exclusivos de la automoción. Claro está, asumiendo los retos que la propia ayuda plantea.
La clave es encontrar valor en cada uno de ellos.
Por supuesto lo ideal en este nuevo ecosistema de la movilidad es también la colaboración con el sector público y administración, esto con el fin de gestionar los cambios correspondientes en términos de transporte, mercancías e infraestructura.
Las entidades públicas deberán ver más allá de sus actuaciones reguladoras para empezar a tomar un real protagonismo en el diseño y desarrollo de nuevos escenarios que inviten hacia una movilidad colaborativa y eficaz para todos.
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