Los sensores inteligentes, los softwares y otras tecnologías colocadas en las cosas generan una amplia cantidad de datos útiles para el receptor de esa información.
El IoT fue nombrada por primera vez en 1999, por su creador, el británico Kevin Ashton, quien conectó a internet etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID), que se usaban en las cadenas de suministro corporativas, para contar y monitorear las mercancías sin la necesidad de la intervención humana.
Hoy, el IoT se extiende fuerte por sus cualidades de inteligencia y versatilidad. Las industrias y los usuarios quieren estar más conectados y hacer uso de la ventaja de la omnipresencia de la (IoT): no estar en el campo de acción como tal, pero estar al 100% al recibir desde el objeto y sus sensores, data de primera línea y en tiempo real, para la toma de decisiones.
¿Cómo funciona el IoT?
Tan imprescindible se está volviendo el Internet de las Cosas que se prevé, según datos de internetsociaty.org, que para el 2025 habrán más de 100 mil millones de dispositivos conectados, desde todos los sectores: industrial, logístico, agrícola, de la salud, por nombrar algunos de los más importantes.
La industria del transporte de mercancías ha sido uno de los negocios que más se ha beneficiado del IoT, ya que ha logrado perfeccionar la forma en cómo se desarrollan sus operaciones logísticas a través del uso de GPSs, sensores inteligentes y redes de alta conectividad. Hoy, cerca del 25% de las empresas dedicadas a este rubro hacen uso de esta tecnología y la ven como imprescindible a la hora de garantizar la trazabilidad de la carga.
El Internet de las Cosas ha permitido que los operadores logísticos:
Desde hace más de una década, Location World se dedica al desarrollo de la telemática y a generar nuevos modelos de negocios a través del IoT para las empresas inmersas en el negocio del transporte, su logística y seguridad.
Mediante su solución
con la implementación del IoT es posible saber la ubicación exacta de cada uno de los vehículos de la flota a través de la geolocalización, con el detalle de kilómetros recorridos, rutas transitadas, tiempos de salida y llegada…además de la planificación de recorridos y hasta la guía en rutas difíciles mediante comunicación directa en cabina.
Los dispositivos colocados en los vehículos permiten obtener información tan detallada como el ritmo de consumo de combustible, el tiempo ralentí de cada vehículo (el tiempo que pasa encendido sin moverse), los tiempos muertos en ruta…información con la que es posible saber qué aspectos de la operación están resultando más costosos que otros.
los sensores puestos en cabina son capaces de identificar frenazos bruscos, hábitos de conducción imprudentes y hasta los niveles de fatiga del conductor. Con estos informes, desde la central es posible tomar medidas oportunas para evitar siniestros, además de que son las directrices para generar políticas de capacitación del personal.
el Internet de las Cosas también se ha convertido en una valiosa herramienta de responsabilidad social, para las empresas dedicadas a la logística. El monitoreo permanente del combustible y el control de su consumo, es un dato relevante para medir y disminuir las emisiones de gases contaminantes.
una de las grandes ventajas de incorporar el Internet de las Cosas a la operación logística es que permite la prevención y la acción rápida, advirtiendo si ciertas conductas de conducción, por ejemplo, ponen en riesgo la integridad de los vehículos. De esta manera, resulta más fácil acceder a mantenimientos preventivos y no correctivos, que resultan más costosos. Así la flota entera se mantiene productiva los 365 días del año.